La escena transcurre en Alemania, cerca del Berlín de 1931.
Es cine en estado puro, un puñetazo de arte e historia directo al corazón. El director convertido en doctor en antropología social.
Con qué aparente sencillez...
Una de las escenas más terroríficas para cualquier persona con inquietudes de libertad y librepensamiento.
En una película musical sorprende visceralmente esta inyección de crudo fanatismo que muestra con inteligencia y efectividad la miseria moral y asesina que una nación, sus gentes, puede llegar a alcanzar. En 1933, Hitler fue elegido jefe de estado por el pueblo alemán.
Terror emocional puro.
Con solo esta escena, Bob Fosse se elevó a genio del cine.
Alguien debería enseñar esto a los jóvenes en las escuelas y universidades; no los evangelios de la globalidad oscurantista. Que sean capaces de identificar este escalofrío del canbíal fanatismo tan repetido y actual. Tan probable en todo tiempo de la historia.
Aunque estoy seguro de que no entenderían, no sabrían lo que ven. La amorfa masa votante no entiende, no identifica lo obvio, mucho menos las sutilezas. Margaritas a los cerdos. Ningún camello ve su propia giba.
Una familia aristócrata recibe el encargo de hacerse
responsable de la producción de una valiosa especia que se recolecta en el
desierto del planeta Arrakis o (Dune). La familia a la que se le ha quitado el
negocio de la explotación por orden del emperador, entra en guerra con la nueva.
Crítica:
Si pretende ver Dune (2021) alguien a quien le guste la
ciencia ficción, que sepa que va a ver otra peliculita blanca tipo Disney. Al
principio puedes temer que además del Momoa, aparezca Dwayne Johnson; pero
afortunadamente no es así.
Es una Guerra de las Galaxias más, algo así de poco peligroso;
apto para todos los públicos que no tengan ninguna inquietud intelectual. Tan
vacía que ni siquiera se puede ver un poquito de sangre para que no se diga que
es apológicamente violenta. Más que para todos los públicos, deberían avisar
que es algo como Dora la exploradora, exclusivamente para el público infantil.
Por otra parte, la relación del protagonista con su amigo
(Momoa), está más cerca del homosexualismo que de la fraternidad, con lo cual ya
empezamos a ver el tan habitual dogma de la “inclusión”, flotando entre la
especia tan deseada.
Mucho montaje informático para contar una historia de un
joven atormentado por el subidón hormonal de la adolescencia y poco más que unos
cuantos playmobil vestidos con exóticos trajes haciendo poses y muriendo sin
una sola gota de sangre.
Porque los malos, son los menos malos del mundo del cine y
los buenos los más estúpidos del mundo del cine.
Artísticamente, supongo que gracias al esfuerzo del
director, los actores no actúan; pareciera que tienen parálisis cerebral. Así
que mientras estás plantado delante de la pantalla, procedes a investigar tus
uñas, su longitud e higiene y así hacer más llevadero el metraje inacabable que
dura el ladrillo.
De fotografía e informática, la peli es correcta, conforme a
la mediocridad e infantilismo imperantes que rige Marvel-Disney.
El juego de Ender (2013) otra película que hace mierda una novela,
pasa a ser obra maestra en comparación con Dune (2021).
Tanto cacarear de gran producción y vuelves a ver algo al
estilo anodino e infumable del último Spyderman.
El cine está muerto. Solo las producciones propias de las webs
de películas y series a la carta, hacen de vez en cuando alguna película
comprometida, ya que no corren el riesgo de fracasar en taquilla. El streaming
es el último reducto del cine, porque en las salas ya es cadáver.
Sinopsis (humor negro, terror): Un equipo de televisión realiza un documental sobre cuatro vampiros que viven camuflados entre la gente normal. Estos vampiros muestran a las cámaras su forma de vida, sus problemas, inquietudes e ilusiones. Su difícil relación con los mortales y sus pequeños problemas domésticos.
Crítica:
Rodada al estilo de los docudramas basura de los canales de pago de cadenas televisivas productoras de saldos, como MTV; muestra con un gran humor y un mayor sarcasmo la hipotética vida de cuatro vampiros que comparten casa. Aunque pueda parecer una producción barata, llegan a sorprender los medios de efectos especiales y el guión divertido e ingenioso.
Los actores, fabulosos, bordan sus papeles y la originalidad de algunas situaciones es también sorprendente. En algunos momentos, incluso podría ser inquietante dentro de toda esa comedia.
De vez en cuando, hay destellos de genialidad que avisan al espectador de que la dirección de la película no es una broma, que actores y directores tienen la suficiente habilidad y formación para hacer una película seria y de buen presupuesto si así quisieran.
Un gustazo de película divertida y sorpresiva.
La originalidad y el ingenio al poder.
Bravo.
Director: Jemaine Clement y Taika Waititi. Actores: Jemaine Clement, Taika Waititi y Jonathan Brugh.
Sinopsis (ciencia ficción): Un hombre ante una cámara habla de una hecatombe, de lo que le va a ocurrir el mundo tras una cuenta atrás, una voz de niña le dice que cuente mejor como era antes el mundo. La sociedad humana está al borde de una hecatombe y una niña recibe un pin (una insignia) mágico que la transporta a un lugar futuro lleno de maravillas, se marcha de casa para buscar la forma de llegar a ese mundo y se encuentra con otra niña que la protege y la ayuda buscar a un genio inventor para que la conduzca a ese lugar maravilloso.
Crítica:
Hay películas que vas a ver porque no hay otra cosa que hacer, no hay otra oferta. Y a quien le gusta el cine, debe ir al cine, independientemente del resultado.
Yo me resistía a ir a verla. Sabiendo que es de Disney no puede aportar nada interesante a alguien con un mínimo de formación cultural. Disney debería dedicarse solo a los dibujos animados y caricaturas, querer hacer cine con interés social, cultural o mínimamente intelectual no es lo suyo.
Demasiada tradición fascista arrastra esa productora.
Es infantil y ridícula la actuación de Clooney, es infantil y ridícula la actuación de Britt que demuestra que tiene unos buenos pechos, disimulados entre mucha ropa fea para que no sea obvio y nada más. Es infantil y ridícula la actuación de Hugh Laurie. Todo es ridículo y apesta a mensaje mesiánico falangista o estalinista, cada cual lo puede adjudicar a sus miserias políticas favoritas, dependiendo si es de derechas o izquierdas, pero en ambos espectros, la película es un fracaso y su guión un melodrama tan solo coherente con la vulgaridad, lo simplón e intrascendente y la más trasnochada candidez de los años 50 del siglo pasado.
El director se limita a rodar las escenas centrado exclusivamente en la ciudad futurista, todas las demás escenas acaban siendo soporíferas al cabo de dos o tres segundos. Conseguir que un buen actor como Clooney quede como un artista novato de serie de televisión latinoamericana, requiere esmerarse en ser muy pésimo.
No dejé de mirar el reloj a partir de los primeros diez minutos para poder vomitar toda esa glucosa ordinaria en la calle y fumar un poco de cáncer que le diera trascendencia a tanta estulticia facilona.
Director: Brad Bird. Actores: Britt Robertson, George Clooney, Hugh Laurie.
Nacionalidad: estadounidense (coproducida con España).
Sinopsis (bélica): Un tanque americano y su tripulación realizan diversas misiones en Alemania. Entre batallas y misiones, se desvelan los miedos y la locura de la guerra que no se acaba nunca, en una claustrofóbica vida dentro de un tanque.
Crítica:
La película no soporta la comparación inevitable, con Salvar al soldado Ryan (1998), de Spielberg; que es la obra maestra de las películas bélicas de la 2ª Guerra Mundial.
Ni siquiera el tiempo ha podido vencer los efectos especiales del desembarco en Normandía de Spielberg.
Corazones de hierro es una discreta película, con dos o tres escenas de largos diálogos que de pretenciosas, resultan aburridas. Una interrupción importante en la trama.
Los efectos especiales, muy sencillos apenas dramáticos.
La acción, cuando la hay es buena, y el tema es original.
Contra una dirección bastante mediocre, los actores salvan la película.
Brad Pitt, siempre bueno, siempre eficaz; pero quien se lleva la palma es Shia LaBeouf que aporta una impresionante madurez y un papel especialmente dramático. Es un diez total, en cuanto a su caracterización y su actuación, increíblemente sobria y profunda, se disfruta su trabajo.
No pasará a la historia del cine, pero no hace daño verla.
Director: David Ayer. Actores: Brad Pitt, Logan Lerman, Shia LaBeouf, Jon Bernthal, Michael Peña.
La
Tierra muere, ya no crece alimento y la NASA gracias a la ayuda de seres
extraterrestres, prepara una expedición para encontrar el planeta idóneo para
poblarlo y salvar así a la humanidad de la extinción.
Crítica:
Interstellar es ciencia ficción en el estado más puro, donde
se juega con los agujeros negros, los agujeros de gusano y la relatividad del
tiempo con maestría, originalidad y un impacto visual impresionante. Películas
como ésta, se crean cada cinco años si hay suerte.
Y he tenido suerte y he disfrutado como hacía
mucho tiempo que no lo hacía en el cine, a un nivel emotivo y visual.
Porque ante todo, Interstellar es el drama de
los viajes a larga distancia, el dolor de saber que el tiempo acaba con los que
quedan en Tierra y con la cordura misma.
Es sensacional la carga dramática que hay
incrustada en cada fotograma. Combinando el espacio, las naves espaciales y los
seres humanos que quedan allá abajo.
Sensacional es como se desentrañan para los
creadores los misterios del cosmos y como desarrollan los miedos y las
esperanzas ante una situación como la que narra la película.
Es una obra maestra de la ciencia ficción y el
drama del suspenso y la emoción.
La banda sonora es impresionante, como el
sonido y la fotografía.
No hay desperdicio alguno en el metraje de
casi tres horas.
Qué suerte he tenido.
Director: Christopher Nolan.
Actores:
Matthew McConaughey, Anne Hathaway, Jessica Chastain,
Bill Irwin, John Lithgow, Casey Affleck.
Donnie Darko
es un adolescente perturbado que requiere medicación. Se despierta en un campo
de golf y eso le salva de morir aplastado por la
turbina de un avión que cae sobre su habitación.
Unos
números de cuenta atrás han aparecido en su brazo. Y no sabe qué es lo que espera
al final de esa cuenta.
Su vida
se hace extraña y un conejo gigante y terrorífico lo lleva a alucinar y cometer
extraños actos. Se empieza a preocupar por los viajes en el tiempo y sus
visitas con una psiquiatra son cada vez más complicadas.
Crítica:
Es una película sumamente compleja, donde Gyllenhaal se luce como un
fabuloso actor. Ambientada perfectamente, tanto visual como musicalmente en los
80 del siglo pasado, es una sucesión de impactantes y profundas imágenes.
Diálogos absurdos con una asombrosa coherencia y un hilo de pesimismo y tristeza
que nos lleva a divagar sobre todas las críticas feroces que se hacen contra la
incultura, la intolerancia, la educación y el fascismo (Reagan, el
presidente, es denostado cadenciosamente
y deliciosamente a lo largo de la película)
Es una película de las que se llaman de culto,
porque tiene tantas aristas y tantos temas que se convierte en un ensayo de una
época y de la enfermedad mental.
La banda sonora es potente y atinada como en
pocas películas y la escena final
con la canción de Gary Jules, es
antológica y asienta toda la tristeza, de lo que en realidad es Donnie Darko:
un Jesucristo dispuesto a redimir con su muerte los pecados de todos los
idiotas y de las malas personas.
Excelente, solo para gente con inquietudes
intelectuales, como ocurre con todo buen
cine.
Director: Richard Kelly.
Actores:
Jake Gyllenhaal, Maggie Gyllenhaal, Patrick Swayze,
Jena Malone, Mary McDonnell, Drew Barrymore.
Sinopsis (terror): 1955. Un millonario excéntrico y misterioso contrata los servicios de un detective privado en Nueva York. Debe encontrar a un cantante que desapareció años atrás, al acabar la Segunda Guerra Mundial. Durante la investigación todos los que conocieron al cantante, mueren asesinados. Todas las pruebas apuntan al detective como asesino, tiene que hallar al cantante, porque cada vez está más cerca de la silla eléctrica; pero la magia negra no ayuda.
Crítica:
Ver esta película con la magistral novela aún en mente, es injusto para el film. El escritor pareció haber nacido para escribir esta única novela perfecta del género negro y de terror, puesto que salvo algún guión de cine, William Hjortsberg poco más escribió.
Tuve que verla por segunda vez con la mente despejada del libro para poder apreciarla.
Y el resultado es apabullador: Rourke lo da todo, en gestos, en expresividad y carisma. De Niro magnetiza, es la elegancia pura de la ironía y demuestra en todo momento que algo esconde sin dificultad, sin histrionismos.
Los diálogos tienen la ácida ironía que caracteriza la narrativa de la novela.
La ambientación hace pensar que estamos viendo una película producida en aquella época. Los personajes van del sarcasmo al surrealismo y la atmósfera se va haciendo cada vez más opresiva.
Y la fotografía es perfecta.
La novela deja una traza tan potente, que en una primera visión estas cosas pueden pasar despercibidas para un simple aficionado como yo. Mis disculpas por aquella primera visión de la película.
Hoy para mí, es un film de culto serio como el filo de un bisturí.
Director: Alan Parker.
Actores: Mickey Rourke, Robert De Niro, Lisa Bonet, Charlotte Rampling.
Nacionalidad: estadounidense, canadiense e inglesa.
En una
cena de cumpleaños del padre de la protagonista, una radióloga con un novio
francés, el espejo del comedor se desprende y se rompe haciéndose añicos.
Alguien dice que les espera siete años de mala suerte.
Pero es
peor que una mala suerte, los seres del otro lado usan los espejos para duplicarse
y luego matar a los personajes. La protagonista, sufre un tremendo accidente de
tráfico y no recuerda apenas quien es. Ni siquiera se imagina que podría ser
"la del otro lado".
Con unas
inquietantes escenas y un fatalismo omnipresente durante toda la película, se
desarrolla la acción.
Crítica:
Aquí nos encontramos con una joya de una
sobriedad inquietante. Lena Headey borda su papel y lo hace impresionantemente
creíble, paranoico y obsesivo. Richard Jenkins, a pesar de que no se lleva
tanto tiempo de actuación, es el peso que la da a la película esa peligrosa
seriedad de cotidianidad, de posibilidad.
A destacar el trabajo de todos los actores,
que sin efectos especiales ni alardes de maquillajes, consiguen ser "buenos
y malos" con inquietante realismo.
La crítica que he leído de The Broken, suele ser mala, pero creo que no les
dieron suficientes regalos a los críticos, porque películas como ésta, aparecen
cada cinco años con suerte.
Hay escenas inquietantes, tanto que a pesar de
estar acostumbrado al cine de terror, se me hacen psicológicamente duras, y
todo indica en cada escena que no puede haber final feliz.
Está calculado cada detalle del vestuario,
cada mirada y silencio. Los impresionantes flashes de escenas pasadas, incomodan
deliciosamente el ánimo.
Que transcurra en Londres, a la película le da
clima tan gélido como gélida parece la piel de la protagonista.
Es terror que pega psicológicamente, que mina
lentamente y sin piedad.
Ideal para luego fumar con un café satisfechos
de que hayan artistas capaces de hacernos pasar tan buen rato, aunque sea un
poco inquietante. Porque solo dura 88
minutos que parecen dos horas, y en modo alguno por aburrimiento, sino porque
nos lleva a una posibilidad muy, muy, muy mala.
Director: Sean Ellis.
Actores:
Lena Headey, Richard Jenkins, Ulrich Thomsen, Michelle
Duncan,y Melvil Poupaud.
Un psicópata
asesina y trocea a la novia de una agente especial de policía e hija de un
comisario retirado.
El novio
con el apoyo del padre, busca a los cuatro sospechosos de este tipo de crimen
pidiendo un permiso de dos semanas para poder llevar a cabo su venganza.
Durante
el violentísimo y furioso acoso al palurdo asesino el novio encontrará la
guarida de otro piscópata y las cosas se complicaran.
Crítica:
Como ya comento en la presentación de este
blog, con los coreanos hay que quitarse el sombrero. La violencia de esta
película es tan explícita y las escenas tan grotescas, que a veces uno desearía
no mirar la pantalla.
Los actores son espectacularmente buenos, y el
policía que aparentemente es inexpresivo, nos muestra como se derrumba con una
facilidad pasmosa. El asesino está simplemente perfecto.
Las localizaciones son sórdidas e hiperrealistas
, y la cámara hace planos espectaculares de los actores y su poder. La
coreografía de las luchas está perfectamente medida para no caer en el exceso
de los chinos, o de las malas producciones estadounidenses.
Doy por supuesto, que este tipo de cine se
nutre de la fantasía para las mutilaciones y las peleas. Para eso es el cine,
para crear magia. Lo malo es cuando la fantasía se recrea chapuceramente.
El cine europeo o el estadounidense, jamás
tendrá el valor para filmar con tanta ironía y contundencia la violencia y la
podredumbre del cerebro humano.
Un bravo por esta soberbia película sin concesiones
ni censuras o hipócritas mensajes sobre la efectividad de las leyes.
Francis Bacon dijo: "La venganza es una
especie de justicia salvaje", estoy de acuerdo desde que era niño.
Cuando me refiero a ironía, es que en medio de
toda esta sordidez tan bien trabajada, hay momentos (necesarios dada la tensión
de algunas escenas) en los que a algunos personajes se les hace quedar por
idiotas (a unos policías concretamente).
Es una película que con un montaje trepidante
y un guión agudo, derriba el mito de los carismáticos, intelectuales e
inteligentísimos psicópatas o asesinos en serie, para convertirlos en simples
deficientes mentales cobardes que solo pueden matar seres más pequeños e indefensos
que ellos.
Un bravo por el director, los actores y el
guionista, que han creado una historia valiente sin tapujos ni falsas
moralinas.
Más de dos horas de película que me dejan con
ganas de ver más... Genial.
Director: Kim Jee-woon.
Actores:
Lee Byung-hun, Choi Min-sik, Jeon Kuk-hwan, Oh San-ha,
Kim Yun-seo, Choi Moo-sung, Kim In-seo.
El nieto
de Frankenstein, un neurólogo que da clases en la universidad, recibe la
herencia de su abuelo, el creador del monstruo de Frankenstein.
En
principio tacha a su abuelo de pobre loco, pero una vez en el castillo,
encuentra el diario para crear un ser vivo a partir de trozos muertos.
Decide
con ayuda de un jorobado y una enfermera, crear de nuevo al monstruo.
Crítica:
Hay películas para las que no pasa el tiempo,
que se han convertido en clásicos y que su actualidad se mantiene intacta.
Parece increíble que una comedia que a priori parece tan banal, haya sido vista
por tantas generaciones.
Se trata de una película redonda, todas y cada
una de sus escenas podrían escenificarse como gags en un teatro, por separado,
y tendrían sentido y gracia. El guión tiene un ingenio y un humor a veces fino
y otras tosco, lo que le da la auténtica dinámica e interés a la película. Su
humor es intelectual y a veces tan zafio como medido.
Los actores son insuperables, no se puede
imaginar esta película interpretada por otros artistas. De hecho, no se ha
hecho ninguna actualización o remake.
La dirección está impresionante, así como la
ambientación. Que fuera rodada en blanco y negro, fue un acierto absoluto.
Es imposible olvidar a "Aigor"
sentado frente a "Fronkonstin", confesando que el cerebro es de un
tal:
— "A." no se qué —dice Aigor con cara
de fingida inocencia.
— ¡"A."! ¿Qué? —pregunta irritado
Fronkonstin.
— A. Normal —responde por fin el jorobado.
Hay tantas escenas y todas divertidas e
ingeniosas, que siempre será injusto recordar una sola.
Simplemente genial.
Director: Mel Brooks.
Actores:
Gene Wilder, Peter Boyle, Marty Feldman, Cloris
Leachman, Teri Garr, Madeline Kahn, Gene Hackman, Richard Haydn, Kenneth Mars.
Película
basada en la investigación y captura de Andrei Chikatilo, el carnicero de
Rostov.
Un
policía, un tremendo buen policía, intenta cazar al psicópata, pero la administración
rusa y su burocracia son tan implacables como el asesino. A pesar de todo, el
policía no se rinde en todos esos años de impotencia y de apatía por parte de sus superiores.
Crítica:
Como ejemplo de apabullante calidad, baste
decir que en principio se trataba de una miniserie para la televisión, sin
embargo, optó y ganó premios en concursos de cine, y por supuesto en
televisión. En muchos países se estrenó en cine en lugar de en televisión.
Sorprendente calidad de actuación y dirección.
No hay apenas escenas violentas, es el drama de ese tremendo y empático
detective ruso, al que ponen trabas burocráticas durante años y años.
El detective se cartea con el FBI para recibir
ayudas que sus mandos no le dan.
No pasa desapercibida la actuación de ninguno
de los actores, pero Stephen Rea lo borda creando un personaje melancólico y
triste que causa una tremenda empatía.
Parece un homenaje a un policía excepcional.
Es para disfrutarla y acompañar al detective
en sus vicisitudes sin pestañear.
Director: Chris Gerolmo.
Actores:
Stephen Rea, Donald Sutherland, Max von Sydow, Jeffrey
DeMunn, Joss Ackland, John Wood, Radu Amzulescu.
Un
hombre entra en una comisaría y ante el investigador, dice saber quién es el
asesino de La mano de Dios, un psicópata que mata gente diciendo que son
diablos. Para llegar a conocer al asesino, el misterioso hombre, le relata una
gran historia al detective. De como unos niños fueron educados por un maníaco
homicida. En apariencia...
Crítica:
Al igual que Ben Afleck destaca como un buen
director (mejor que actor), Bill Paxton con esta película consigue hacer una
obra original y adultamente violenta e inquietante sobre la paranoia, la
religión y el asesinato. Destaca en dureza la historia de los dos hermanos y su
padre, la locura de vivir con alguien así de enfermo, en teoría.
Está bien ambientada, hay un gran trabajo de
actores (jóvenes sobre todo, Bill Paxton es un diez) y las escenas de violencia
están llevadas con ira insana haciendo partícipe al espectador de la magnitud
de su locura, de La mano de Dios.
Es una película redonda y sobre todo,
sorpresiva. Un guión elaborado que engaña sobre el final y sobre las motivaciones
que hace dudar hasta de la locura.
Está rodada sin grandes efectos fotográficos,
pero en poco tiempo podemos ver que estamos ante una película diferente, con un
muy bien llevado suspense.
Y con una tremenda carga de maltrato infantil
psicológico, o eso creemos.
Muy buena, de verdad...
Director: Bill Paxton.
Actores:
Bill Paxton, Matthew McConaughey, Powers Boothe,
Matthew O'Leary, Jeremy Sumpter.
Una
adolescente es acosada y asesinada por un psicópata pederasta. En el momento de
su muerte, se convierte en un fantasma que accede a un extraño cielo, desde el
que envía pistas a su familia para descubrir la identidad de su asesino.
Asistiendo asi mismo, al drama de su propía muerte, de su pena por haber muerto
antes de besar al chico del que está enamorada y al inmenso dolor que se
instala en cada miembro de su familia.
Crítica: La sinopsis es demasiado parca y pobre para aludir a
esta maravilla de película. Ante esta descripción se diría que es otra de
tantas películas de víctimas en estado
gaseoso atrapadas en el mundo de los vivos esperando justicia.
Es mucho más, es un arduo trabajo en el que se
mezcla la vida real con unas impactantes escenas oníricas. Escenas de gran
plasticidad, que van de lo tierno a lo inquietante, de lo infantil que se
convierte en ira y odio. En ese cielo nadie
está a salvo del rencor y la muerte.
Una escena impactante en su fuerza y locura:
el asesino en una bañera manchada de sangre y barro, la ropa está en el suelo.
Todo es blanco alrededor, un blanco deslumbrante y sobrenatural que pone de
manifiesto toda la maldad que hay en ese cerebro podrido.
La cuestión dramática está perfectamente
equilibrada con el suspense y lo sobrenatural.
La ternura y el dolor que transmiten víctima y
familia, está exento de cualquier inocencia, la muerte es asumida por todos sin
engaños. No intenta en ningún momento la película, usar los sueños para hacer
más amable la historia.
La actuación es irreprochable, y el asesino,
interpretado por Stanley Tucci es la esencia medida y magistral de lo vulgar,
repulsivo y letal.
He pensado que seguramente, Más allá de los
sueños influyó en esta película; sin embargo guión y dirección, distan
demasiado como para encontrar semejanzas.
Es cine para adultos sin concesiones.
Una obra antológica.
Director: Peter Jackson.
Actores:
Saoirse Ronan, Mark Walhberg, Rachel Weisz, Stanley
Tucci, Susan Sarandon.
Una nave
se dirige al sol, transporta una bomba nuclear grande como una isla, que ha de
reactivar un solo que se apaga y con él, La Tierra.
"Si
amanece y el día es particularmente hermoso, es que lo hemos logrado",
dice el físico de la misión a su familia en un video de despedida cuando van a
perder las comunicaciones por los vientos solares.
Es la
segunda nave y la última esperanza para La Tierra, la primera nave idéntica, se
perdió en el espacio sin que conozcan la causa.
La
convivencia no es fácil, la misión es muy larga y con demasiadas incógnitas.
Crítica:
Esto es ciencia ficción en estado puro.
No deja ni un solo detalle por tratar:
lejanía, aislamiento, claustrofobia, miedo, paranoia, depresión, dudas,
peligro...
Todos y cada uno de los personajes, revelan
sus mejores/peores rasgos a medida que avanza la película y la sensación
creciente de que no puede tener un final feliz.
El sol luce constante en toda su peligrosidad,
obsesivo como la mente de un psicópata asesino y el sonido atronador de su luz,
impacta en la nave y en los que estamos en ella.
La luz del sol provoca demencia, estoy seguro.
Es una película seria y grave como el afilado
filo de una navaja de afeitar y no da lugar al humor o a la aventura. Solo es
peligrosa y fatal.
La música de John Murphy, Adagio en Do menor
(podría ser una obra maestra), hace de Sunshine un videoclip fascinante si así
lo deseamos.
Me despido evocando la escena del astronauta
que ha de cumplir dos horas en el módulo terrestre para serenar sus nervios
disfrutando de un paisaje de olas que parece que le entra como inyectado en
sangre ante su expresión de placer y paz. Genial.
Director: Danny Boyle.
Actores: Cillian Murphy, Chris Evans, Michelle Yeoh, Rose Byrne, Troy Garity,
Cliff Curtis, Hiroyuki Sanada, Benedict Wong, Mark Strong.
Un afamado
director de cine vuelve por una llamada a su pueblo natal donde pasó la
infancia y la adolescencia, hasta que se marchó para formarse en el mundo del
cine.
Su
primer amor nació y murió allí.
En ese
momento, en ese lugar, evoca su vida y con ella, la de los vecinos. El centro neurálgico,
la catedral del pueblo, es el cine Paraíso.
Crítica:
Yo digo que el cine italiano es amable, con
Cinema Paradiso es quedarse corto, es decir apenas nada.
Es entrañable, nostálgica, histórica. De una
aparente sencillez que esconde una enorme complejidad.
Quien más o quien menos puede ver retazos de
su vida en esta biografía multitudinaria para la que no pasa el tiempo ni la
actualidad.
Es una película para revivir emociones sin
sobresaltos, sin prisas; pero sobre todo para disfrutar de tiempos pasados.
Es el equivalente a pasar una deliciosa velada,
en la que el tiempo deja de importar, porque al fin y al cabo estamos viviendo
de verdad con ella, con la historia.
La música de Morricone es la copa de brandy
que acompaña el cigarro.
Un hurra por Tornatore y el entrañable cine
donde transcurrió en mayor o menor medida nuestra infancia y adolescencia. Y si
no fue así, lo deseamos a lo largo de todos esos vívidos minutos.
Director: Giuseppe Tornatore.
Actores:
Philippe Noiret, Jacques Perrin, Salvatore Cascio,
Agnese Nano, Brigitte Fosey, Marco Leonardi.
Una
banda de mafiosos, precisa los servicios de un "arreglador -
limpiador" para dar una lección a uno de sus delegados por el robo de un
garito de juego clandestino. Las cosas se complican porque el asesino que el
arreglador propone, ya no es lo que era.
Crítica:
Si te compras directamente el blu-ray fiándote
del plantel de actorazos que tiene, al menos puedes utilizarlo luego como
posavasos, porque la imagen de Brad Pitt con la escopeta en las manos, es
impresionante, buenísima. Y la serigrafía de los discos dura mucho. Por otra
parte, encuentro que es hortera colgar los discos de películas para espantar a
las palomas de las ventanas o hacer un móvil digno de una choza sudafricana o
gitana.
La fotografía está estupenda, impactante. Y
los actores están impecables. Lo malo es que en lugar de conjugar acción con
diálogos, conjugan diálogos con monólogos.
Es un sainete de mafiosos con diálogos
larguísimos. Tan largos que se
convierten en monólogos shakesperianos (yo juraría que Brad Pitt se aburre
realmente escuchando a James Gandolfini) que pretenden ser ingeniosos y mueren
a los dos minutos en la monotonía y un aburrimiento que llega a impacientarme.
En este estilo aburridísimo, está Tarantino,
seguramente para ahorrar localizaciones y transporte de equipo y personal y
darle a la película ese aire intelectual de la pseudo cultura de la mafia y el
crimen.
Hay unos minutos de acción (apenas luce) que
ni de lejos pueden llegar a justificar toda esa tediosa verborrea.
Cansa mucho, asaz.
Maldita sea mi cinesuerte...
Director: Andrew Dominik.
Actores:
Brad Pitt, Scoot McNairy, Richard Jenkins, James
Gandolfini y Ray Liotta.
Un
hombre que viaja por carretera se dirige a un hotel, cuando llega se encierra
en su habitación y asistimos a sus intimidades, a su soledad y sus comidas de
coco varias, cualesquiera que sean.
Crítica:
Después de los primeros treinta y cinco
minutos de película, en la que se puede apreciar con todo detalle como se corta
el pelo, afeita, deshace el equipaje y se corta metódicamente las uñas de manos
y pies (no falta en la toma ni un solo dedo) metiéndolas en una bolsa; poco
suspense queda, porque a esas alturas de la película, ya sabes que es un
asesino a sueldo y por las tomas que le hacen en calzoncillos, además es
homosexual.
En la habitación baila y se masturba. Ha sido muy
metódico evitando dejar pelos y uñas en el baño y la habitación, pero se ve que
tanto le da el semen y la sangre de la cara rasurada que deja en la almohada.
Todo ello rodado al estilo de El proyecto de
la bruja Blair; pero con más marihuana en la sangre del director de fotografía,
quiero decir, más calmado.
Lo del corte de pelo, barba y uñas me hizo
pensar en un gag cómico que hizo en televisión en los 70 del siglo pasado, un
humorista español: Tony Leblanc, que dijo: Voy a hacer lo que nunca nadie ha
hecho antes en televisión, comerme una manzana.
Y se la comió con su cara de palo, sin
expresión, desdeñando al público. Fue
gracioso porque fue una manzana y duró dos minutos apenas.
En esta película, el actor se come catorce o
quince manzanas.
El paisaje nevado quiere mostrar la desolación
y vastedad de Fargo, pero se queda en un pobre intento.
Haces un acto de buena fe pensando que la
película podría aportar algo de interés al final, pero es inútil, no puedes
luchar contra tu instinto porque sales perdiendo. Debería haber apagado antes
el reproductor.
Es un completo hastío de película que cansa en
los primeros veinte minutos.
Otro ejemplo más de lo que no debería ser el
cine.
Maldita cinesuerte...
Hay que hacer notar, que la crítica se deshace y se corre en elogios por esta película, cosa que no entiendo de ninguna forma. Están locos estos romanos, que diría Asterix.
Director: Rodrigo Bellott.
Actores:Gonzalo Valenzuela, Levi Freeman, Heidi
Schreck.
Nacionalidad: boliviana, chilena y estadounidense.
La
historia de una familia de locos y deficientes mentales que conviven como una
familia normal en un lugar sórdido y sucio; narrada por las lecturas que un
librero hace del diario del hijo menor.
El hijo
menor de la familia, es un niño obsesionado, desesperado y aterrorizado por los
genes que comparte, por la locura que come y caga todos los días.
Pero
todo lo que le rodea: ciudad, familia, amigos y él mismo, lo aboca a la miseria
más profunda, a un cerebro que se pudre. Y cada episodio, parece superar al
anterior en dureza y surrealismo.
Lo peor
de todo, es que parece una familia normal, como todas lo son antes de que se
cierre a los extraños la puerta de la casa.
Crítica:
"Porque sueño yo no lo estoy.
Porque sueño, yo no estoy loco."
Tremenda película, dura hasta llevarte al
infierno de la miseria y dejarte en él durante horas. Es lo que ha de ser el
cine: impactante, dejar huella, transmitir las emociones y ser dinámico.
No es una película que guste, es incómoda y
refleja la más profunda ponzoña de los humanos, lo que pueden llegar a ser y
son.
Hay escenas repugnantes, pero el director es
valiente y no se arredra ante nada, ni ante la violación de una gata, ni la
masturbación del protagonista con un hígado crudo de animal. Entre decenas de
escenas duras, durísimas.
La banda sonora es digna de oírla durante
horas: Tom Waits con dos grandes
canciones y los Rolling Stones.
Es una película inolvidable, perfecta. Solo
para personas formadas y que aguanten toda esa depresión, tristeza y miedo con
la que nos deja tras verla. Que asuman esos sentimientos con satisfacción de
saber que lo que han visto, ha dejado una impronta cuya resaca durará algunos
días.
Director: Jean-Claude Lauzon.
Actores: Maxime Collin, Gilbert Sicotte,
Ginette Reno, Julien Guiomar, Giuditta Del Vecchio, Denys Arcand, Pierre
Bourgault, Andrée Lachapelle, Yves Montmarquette. Nacionalidad: Canadiense y francesa.